Buscar este blog

miércoles, 2 de octubre de 2013

LA ANTIGUA CASA DE LA CARIDAD, CUARTEL DE LA MISERICORDIA, HOY RECTORADO DE LA UNIVERSIDAD DE CASTILLA-LA MANCHA


Fachada principal de la antigua Real Casa de la Caridad, hoy Rectorado de la Universidad de Castilla-La Mancha

A finales del siglo XVIII el Arzobispo de Toledo D. Francisco Antonio Lorenzana y Butrón, realiza una visita pastoral a la actual Diócesis de Ciudad Real, entonces dependiente de Toledo, ya que no sería hasta el año 1875 cuando se crearía por el Papa Pío IX la Prelatura Cluniense o Priorato Nullius Dioeceseos de las Órdenes Militares de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa (que son las Órdenes Militares Españolas). En esta visita vio la necesidad de construir una gran casa de la caridad en nuestra ciudad, ante la gran cantidad de mendigos que había en la misma y con el objetivo de dar trabajo a muchas mujeres y educación a muchas niñas.

Puerta principal del  Rectorado totalmente en piedra caliza

El 15 de febrero de 1777 el Arzobispo Lorenzana, firmaba un decreto para construir un hospicio en Ciudad Real, contando con la generosa donación del vecino de Corral de Calatrava, D. Luis Tamayo. Las obras comenzaron el 19 de noviembre de 1784 bajo proyecto del aparejador D. Eugenio López Durango,  con materiales de gran sobriedad aunque con solidez y voluntad de permanencia. El edificio seria inaugurado por el propio Cardenal Lorenzana el 30 de abril de 1788, en la segunda y última visita que  realizará el Cardenal a nuestra ciudad.

Aunque la Real Casa de la Caridad se inauguró en la fecha anteriormente reseñada, no sería hasta 1790 cuando entró en pleno funcionamiento, siendo destinada la planta alta para aposentos y la baja a talleres. Las principales realizaciones que se llevaron a cabo en la Real Casa de la Caridad fueron las siguientes:

Escudo real en el frontón triangular de la fachada

·         Reales Fábricas. Las industrias que se crearon fueron de paños, en cuyos telares se tejían sayales, pardos y franciscanos para hábitos. Estameñas, lienzos y jergas para costales. Rajas que era el vestuario de las mujeres acogidas. Paño montes, género usado en la región, para confeccionar los vestidos de los labradores. Cintas de hilos y ribetes y paños para los uniformes del ejército.
·         Tahonas. En un edificio continuo a la Real Casa de Caridad, dedicado a la elaboración de pan blanco de gran calidad.
·         Enseñanza. Esta era impartida por un maestro de escuela que daba instrucción primaria a los niños, mientras que una maestra impartía la enseñanza a las niñas, aprendiendo también las labores domesticas. Al capellán correspondía la enseñanza religiosa.
·         Redención de la mujer. Destinada a la educación de jóvenes del sexo femenino.
·         Higiene y salud pública. Con lo que se pretendía el aseo e higiene personal de los asilados y de la limpieza de fábricas, talleres, la higiene de las habitaciones, el alcantarillado y desagüe de la Real Casa.

Patio que da acceso a la iglesia desde el vestíbulo 

La Guerra de la Independencia y el asentamiento de las tropas francesas en 1809 acabaron su inicial cometido, ya que desde la fecha reseñada hasta 1988 fue cuartel y en 1998 tras una restauración integral de la fábrica construida, se convirtió en sede del Rectorado de la Universidad de Castilla-La Mancha.

Tras su restauración el edificio de dos plantas, nos muestra su fachada principal realizada totalmente en piedra caliza, con veinte grandes ventanales y una gran puerta que presenta jambas y dintel realizados mediante almohadillado en caliza. La puerta de madera es de gran grosor y por encima aparece un balcón de hierro forjado sobre el que se desarrolla un frontón triangular que cobija un gran  escudo real bajo el cual aparece una placa con la siguiente inscripción: “INOPIAE LEVANDAE TURPIQUE OTIO ELIMINANDO HANC REGIAM DOMUM CAROLUS III OPT. PRINCEPS ERIGI DECREVIT ANNO MDCCLXXXVI (Con el fin de desterrar y aliviar la vergonzosa pobreza y el ocio. Carlos III decretó que esta Real Casa fuera erigida en el año 1786). Presenta, por tanto, una simplicidad formal bastante acusada, pero que se puede vincular directamente con el neoclasicismo de marcado carácter funcional.

Los patios en la planta baja tienen arcos semicirculares

El interior del edificio que tiene el doble de longitud que de anchura, se articula en torno a dos grandes patios cuadrados que están porticados y dispuestos axialmente y entre ambos se ubica la iglesia que establece un punto de unión visual con el vestíbulo de entrada y prolonga su eje hasta su acceso trasero. Alrededor de los patios se desarrollan las crujías con las dependencias y a través de los pórticos se establece la comunicación entre ambos patios.

Las galerías de circulación, tanto longitudinales (con unos 80 m. de longitud) como transversales (con unos 40 m.), recuperan el interés de su ritmo marcados por la luz de los huecos y el espesor de los muros. Los espacios interiores tienen grandes huecos en la planta baja con arcos semicirculares y ventanas de menores dimensiones en la planta superior. El edificio se asoma, en todas las galerías de circulación, a los dos patios interiores que organizan internamente la gran planta rectangular del conjunto.

Otro de los patios del Rectorado. En un patio se plantaron cipreses y en otro olivos tras la restauración efectuada entre 1997-98

Cuatro cajas de escalera emplazadas en los extremos del rectángulo de la construcción permiten el acceso a la planta alta, destacando por su magnificencia la ubicada en el lado norte, a modo de escalera imperial.

La posición de la iglesia en el centro del edificio divide el conjunto en dos y sobresale del mismo como pieza central simbólica. La estructura del interior de la nave de la iglesia es longitudinal y está dividida en tres tramos. El central cubierto por cúpula y los otros dos de la cabecera y los pies cubiertos con bóveda. De color ocre se encuentran pintadas las formas de la cúpula y bóvedas, resaltando así las molduras ornamentales del conjunto. El zócalo y las pilastras verticales de la única nave de la iglesia están en piedra, situándose a los pies de la iglesia un coro alto. Actualmente esta antigua iglesia es el paraninfo del rectorado de la universidad y en él se celebran multitud de actos a lo largo del año.

Antigua iglesia hoy convertida en Paraninfo del Rectorado

En las obras de restauración de  este edificio realizadas a lo largo de los años 1997 y 1998, de acuerdo con el proyecto redactado por el arquitecto Ricardo López Rejo, se descubrió en la fachada posterior en su punto central,  el recercado de piedra caliza de la puerta, sobre la cual se abre un balcón y un frontón triangular donde se ha ubicado un gran escudo del Cardenal Lorenzana, copia del existente en el edificio del Vicerrectorado del campus de Toledo. En esta parte posterior del edificio se construyó un paseo que comunica diferentes dependencias universitarias.

Fachada posterior del Rectorado, con el escudo del Cardenal Lorenzana presidiéndola

No hay comentarios:

Publicar un comentario