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viernes, 20 de junio de 2014

AQUEL VIEJO MOLINO Y SU FÁBRICA


Junto al viejo puente de Alarcos hay una alameda que era frecuentada por los ciudadrealeños en la festividad de la Virgen de Alarcos

¿Qué fue de aquel viejo molino del Puente de Alarcos? Por dónde las caudalosas aguas del Guadiana corrían impetuosas haciendo mover sus piedras moledoras.

¡Oh, gran río ya casi moribundo por la contaminación del hombre, más de una vez me di un chapuzón en tus templadas aguas allá por los años 70! ¡Oh viejo puente compañero inseparable de sus aguas, se que el silencio de tus muros y el murmurar de tu corriente, no podrán responderme y he de preguntarme,  ¿quedará algún testigo que pueda contarme lo que tú no puedas?, a ti te digo Guadiana de oídas te conocía por mi vieja enciclopedia cuando yo era niño y me sentía orgulloso de ti, por ser el tercer río más caudaloso de España, recorriendo buena parte del territorio de mi amada provincia, fuiste famoso. En el pasado regastes el valle de Valverde y Alcolea y las vegas de Poblete, abasteciste a los guerreros de Alfonso VIII y Almansur y tres culturas bebieron de tus aguas, la cristiana, la judía y la musulmana.

Existe una construcción del siglo XVIII en esta alameda

En tu tiempo de esplendor los frondosos árboles de tus riberas, dieron cobijo a innumerables especies de aves; desde el pinzón hasta la oropéndola cantaron tu grandeza, hoy son pocos los que te recuerdan para testificar en vuestro favor. ¿Quién hay que sepa vuestra historia mejor que yo?, sí el tal existe que no calle para haceros justicia.

¿Pero cómo podrá hacerse si el hombre no conoce la justicia aunque la practique? Pues no todo lo que se practica se conoce, no quiero decir que no exista pero suele administrarse en tan pequeñas dosis que a veces apenas podemos verla tan pequeñita, yo pregunto aunque no haya respuesta.


Balcón típico de madera del siglo XVIII que aun subsiste en el viejo caserón 

¿Quién fue el que con pensamiento equivoco levantó su mano para destruiros? ¿Fue la mano del tiempo? ¿O la incomprensión del hombre? Si es así diré ¡qué necedad! Pues todo el que destruye e vez de restaurar carece de sensibilidad y escasea de comprensión para amar el arte de la arquitectura. No os entristezcáis viejos cimientos, otros también como vosotros fueron destruidos y quedaron olvidados para siempre, pues como suele decirse, mal de muchos consuelo de todos, aunque no sea muy acertado, pero yo no me olvidaré de ti. ¡Oh, si mis lágrimas pudieran aumentar tu caudal, lloraría de buen grado!

Es lamentable que lo que podía haber sido un valioso monumento artístico, propiedad de la acreditada y noble familia Ayala, sea hoy un lugar desolado, un montón de ruinas aplastadas por el tiempo, pero su prestigio perdurará para siempre. Se olvidaron de ti los que no te amaron, pero yo amaré siempre tus ruinas viejo molino.

¡Ojalá que el que aún subsiste todavía desde el 1875 sea restaurado y conservado a tiempo por quien corresponda para que su figura no quede sólo en el recuerdo, sino para contemplarlo en el presente y futuro por todos los castellano-manchegos.

Alberto Martín Sancho.
Publicado en el diario “Lanza” el 21 de octubre de 1995, pagina 23.


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