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viernes, 25 de julio de 2014

UN LIENZO DE SANTIAGO APÓSTOL DE LOS FONDOS DE LA CATEDRAL, OBRA DEL MES DEL MUSEO DIOCESANO



La Biblia nos dice que Santiago era hijo de Zebedeo y Salomé, y hermano mayor del apóstol Juan. Los evangelios se refieren a él como “el Mayor” para diferenciarlo del otro Apóstol Santiago (Santiago Alfeo o Santiago “el Menor”). El y su hermano Juan fueron llamados por Jesús mientras estaban arreglando sus redes de pescar en el lago Genesaret. Según una antigua tradición, Santiago el Mayor se fue a España. Primero a Galicia, donde se estableció una comunidad cristiana, y luego a la ciudad romana de Caesar Augusta (actual Zaragoza).

El Apóstol murió asesinado por el rey Herodes Agripa I, el 25 de marzo de 41 AD (día en que la liturgia actual celebra la Anunciación), apareciendo en los Hechos de los Apóstoles como el primer apóstol martirizado. La tradición también relata que los discípulos de Santiago recogieron su cuerpo y lo trasladaron a Galicia (extremo norte-oeste de España), reposando sus restos mortales en la basílica edificada en su honor en Santiago de Compostela. En España Santiago es uno de los santos más queridos y venerados; siendo además en América numerosas las ciudades dedicadas al Apóstol en Cuba, República Dominicana, Chile y otros países.

Santiago el Mayor es, de entre los apóstoles, el que presenta un interés iconográfico más destacado debido a que une a su condición de discípulo de Cristo, la de patrón de España, originada por su intervención milagrosa en la batalla de Clavijo, y a su vinculación por ello a la Reconquista. A Santiago el Mayor se le representa siempre barbado, con el cabello cayéndole sobre los hombros, y de mediana edad. Como Apóstol, como Peregrino y como Caballero, que son reflejo de su triple dimensión eclesial, popular y política de su culto.

El lienzo de grandes dimensiones propiedad del Excmo. Cabildo Catedral es anónimo del siglo XVIII y representa a Santiago como apóstol. Viste túnica de color rojo en alusión  a su martirio. Santiago es, asimismo, Peregrino, porta también el báculo o cayado que potenciaba la idea de la misión apostólica encargada por Jesús y, además, servía para intensificar la importancia de Compostela como sede episcopal. Lleva también “la esclavina” pequeño manto, generalmente de cuero, para cubrir los hombros, protegiendo el tórax del frío y de la lluvia. Decorada con pequeñas conchas y bordones hechos de materiales  diversos, como emblema de la caridad comparando sus costillas con los dedos de una mano.

La figura del Apóstol está de pie, entre dos árboles (palmeras, cipreses) que según un sermón incluido en el propio Codex Calixtinus se compara a Santiago con la palmera, que simboliza el triunfo del mártir sobre la muerte, la resurrección de Cristo, la inmortalidad del alma, la salvación y, sobre todo, como símbolo del Paraíso Celestial. Por otro lado, el ciprés, árbol que por el constante verdor y por la incorruptibilidad de su madera, símbolo en la iconografía cristiana de la resurrección y el paraíso.

Santiago Apóstol ha preparado el camino para que el mundo reconozca a la Virgen Santísima como “pilar” de nuestra Iglesia. El es el Apóstol de la Virgen María, también es conocido como el Apóstol de la paz.


Texto: Ana María Fernández.


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