Buscar este blog

viernes, 2 de enero de 2015

EL 2 DE ENERO DE 1911 SE PUBLICÓ EL PRIMER NÚMERO DE “EL PUEBLO MANCHEGO”


Portada del primer número del “Pueblo Manchego”

Aquí, en la hemeroteca municipal madrileña, hemos encontrado el primer número de “El Pueblo Manchego”, aquel diario conservador –o “de derechas”, para entendernos con la terminología política al uso- que llenó con brillantez más de un cuarto de siglo en la historia de nuestro periodismo provincial.

Aunque no lo dice en su artículo de fondo –titulado a la manera clásica “Nuestro Programa”-, el periódico nació bajo la inspiración y tutela del Obispo de la diócesis, Dr. Don Remigio Gandásegui. Por entonces, el único diario ciudarrealeño era “La Tribuna”, con su tufillo liberal, y había que contrarrestar en la provincia su moderado izquierdismo.

Nunca hizo traición “El Pueblo Manchego” a sus ideales. Ya en este primer número anunciaba como “deber social” de su actuación “vigorizar el alma de nuestra raza, su fe religiosa, el tesoro de nuestra fe y las costumbres cristianas”, para asegurar a continuación que “no debemos consentir por más tiempo que los explotadores de las muchedumbres presenten a la Iglesia como enemiga de sus legítimas aspiraciones” y prometer al final que sus campañas serían “para la creación y multiplicación de cuantas obras e instituciones sociales tiendan a mejorar la condición moral y material de las clases necesitadas…

Su redacción y administración estaban en la calle Calatrava, número 5, casi enfrente de su imprenta, que era la de Rubisco y hoy la “Editorial Calatrava”. Costaba la suscripción ¡cuatro pesetas al trimestre! y era el director, aunque no lo dijese en la cabecera, aquel gran periodista Isaac Antonino, que se escondía -¡es un decir!- bajo el seudónimo de “Aviceo”. Nada menos que tres conferencias telefónicas tenía “El Pueblo Manchego” diariamente con Madrid y ya en este primer número, junto a la crónica “Chismografía madrileña”, daba cuenta de la reciente crisis, resuelta por el Rey con la ratificación de confianza al presidente, don José Canalejas, quien la aprovechó para nombrar tres nuevos ministros: Amós, Salvador, Alonso Castrillo y nuestro paisano de adopción don Rafael Gasset, en su sempiterna cartera de Fomento. ¡Mandaban los liberales!

De la provincia, se informaban en este primer número de “El Pueblo Manchego” los corresponsales de Tomelloso (sobre precios de vinos y un suceso demostrativo de que esto de los atracos no son novedad: unos gitanos penetraron en una panadería, maniataron a la niña María García López, que se encontraba al frente del establecimiento, y se apoderaron de varios efectos, comestibles y dinero); de Valdepeñas (conferencia del señor Rubio en el Círculo Obrero sobre “Acción Social”) y el de Manzanares, quien denunciaba anomalías y gritos de “¡abajo los consumos!” y pronosticaba que las protestas contra aquellos siempre odiados tributos sobre el aceite y las carnes “traerían cola”.

¿Y de Ciudad Real? Pues aparte la elección de los señores Conde de la Cañada, don Enrique Rodríguez de Celis, don Manuel Aguirre y don José María Gómez-Rico como nuevos vocales de la Cámara Agrícola y otras notas de relativo interés, se trataba -¿cuándo no?- de “El asunto de las aguas”: obras en el manantial de “El Arzollar” y una queja porque el cántaro valía dos céntimos y si se compraban dos cántaros y se entregaba la moneda más usual de cinco céntimos –“una perrilla”-, no tenían monedas de un centimillo para la vuelta. La gente protestaba y el periódico comentaba al final: “Tiene razón el vecindario”.

¡Lo que son las cosas! ¡Protestas por un céntimo!

Y el caso es que todavía viven testigos de aquellos tiempos: total ¡si hace apenas algo más de sesenta años…!

Francisco Pérez Fernández (Publicado en la contraportada del diario “Lanza” el 3 de enero de 1975, en la sección Efemérides Manchegas)

Contraportada de este primer número

No hay comentarios:

Publicar un comentario