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jueves, 23 de abril de 2015

CABEZA MESADA


Fotografía de la torre telegráfica de Torre Mesada, realizada por el que fuera cronista de nuestra ciudad, D. Julián Alonso Rodríguez en los años sesenta del pasado siglo XX, perteneciente al archivo de D. José Liberto López de la Franca

A pocos kilómetros de Ciudad Real en la carretera de Carrión Km 311,8  y dentro del término municipal de Ciudad Real, se encuentra el paraje de Cabeza Mesada. Para situar a quien este leyendo esta entrada, me refiero donde se encuentra actualmente la planta de Aglomerados Carrión. En este lugar existió hasta no hace tantos años, una torre de telegrafía óptica del siglo XIX, que desapareció con la implantación de la planta de aglomerados.

Hasta la creación del telégrafo, la velocidad de transmisión de la información había permanecido invariable durante decenas de siglos. En España, un jinete a caballo podía tardar dos o tres días, con buen tiempo y sin contratiempos en el camino o con su montura, en ir de Madrid a la frontera francesa en Irún. Con la implantación del telégrafo óptico en España, ese mismo mensaje tardaba seis horas en hacer la misma distancia. De Madrid a Cádiz a veces tardaba tan sólo dos horas. El telégrafo acortó distancias de forma radical como no se había hecho desde que el hombre se subió a lomos de un caballo para viajar más rápido, varios miles de años antes. Este avance en las comunicaciones que se implantó en nuestro país en tiempos de Isabel II, sentó las bases para el desarrollo del Estado moderno en el siglo XIX, que se articuló impulsado por la burguesía, los periódicos y la bolsa, elementos todos ellos que se beneficiaron enormemente de la mayor velocidad en la transmisión de las noticias.

Dibujo de una torre Mathé, así era la torre ciudadrealeña

Este sistema de comunicación telegráfico a base de torres en las líneas que se realizaron en España, contó en  Ciudad Real con una de estas torres telegráficas que fue testigo de nuestro pasado histórico y vestigio de nuestro patrimonio tecnológico, que una vez más desapareció por la mano destructora del hombre. La torre ciudadrealeña era una de las llamadas torre Mathé, construida en tiempos de Isabel II, que formaba parte de la Línea de Andalucía (Madrid-Cádiz), siendo la torre numero 22 de las 59 que formaban la línea.

La torre ciudadrealeña se construyó en 1850 y al igual que el resto de las torres Mathé, esta estaba construida de forma homogénea  con una mezcla de mampostería y fabrica de ladrillo. Era cuadrada, con tres plantas, algunas ventanas y una única puerta en el primer piso. La máquinaria óptica estaba instalada en la azotea, y en el mirador, o tercera planta, trabajaban los torreros con los anteojos y los dos volantes que movían la maquinaria. Disponía de un cilindro central que marcaba un código decimal para codificar sus mensajes y, además, tenía una bola lateral que anunciaba el estado del servicio telegráfico.

Esta torre desapareció con la construcción de Aglomerados Carrión en su entorno. Fotografía de Julian Alonso, archivo de D. José Liberto López de la Franca

Este servicio de telegrafía realizado por los gobiernos moderados de Isabel II, que  permitió al Ministro de la Gobernación comunicarse rápidamente con los gobernadores civiles de algunas provincias, dio paso en poco tiempo a la telegrafía eléctrica, siendo abandonadas estas torres. Con el paso de los años muchas de estas torres fueron restauradas y forman parte del patrimonio de las diferentes localidades donde se construyeron. En nuestra provincia se conservan varias de estas torres, una de ellas muy cercana a la capital en Carrión de Calatrava, la Casa de la Dehesa. Pero por desgracia Ciudad Real, tan destructora con todo su patrimonio histórico, también destruyó este vestigio del siglo XIX hace pocos años.

En muchas localidades estas torres se han recuperado como parte de su patrimonio histórico, como esta en Arganda del Rey. Como siempre Ciudad Real dejó perder parte de su patrimonio, esta vez no solo histórico, sino también tecnológico


1 comentario:

  1. Ese paraje, además de Cabeza Mesada (nombre muy sugerente) también se le conoció siempre como Telégrafos. Esa torre, en lo alto de su cerro, siempre formó parte del paisaje de mi vida. Hace muchos años que resido fuera, pero siempre hemos vuelto C-Real un par de veces al año y me gustaba verla siempre allí, en lo alto de lo que sin duda fue un volcán. Y cada año era testigo de su desmoronamiento.La última imagen que tengo de ella, no sé si es fiel, porque la memoria engaña, es solamente una esquina con parte de los dos lienzos que la conformaban. Un año me encontré con que habían hecho unas prospecciones, no sé para qué, y al año siguiente ya no estaba. Desde entonces veo mucho más triste ese cerro.

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