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sábado, 10 de octubre de 2015

TRAS LAS HUELLAS DE SANTO TOMÁS DE VILLANUEVA EN NUESTRA PROVINCIA


Santo Tomás de Villanueva dando limosna en la plaza de su mismo nombre en Fuenllana

Hoy celebramos la festividad de Santo Tomás de Villanueva, arzobispo de Valencia, un santo manchego que nació en la Navidad del año 1486 en Fuenllana, en la casa de su abuelo materno, García Castellanos, y de su propia madre, Doña Lucia Martínez Castellanos, que también había nacido en Fuenllana. El nacimiento se produjo en la habitación donde hoy se conserva la Capilla del Santo dentro del Convento de Agustinos y aquí vivió con sus padres y abuelos durante casi un año, porque en Infantes, según nos dice D. Francisco de Quevedo en su Epítome Vida de Santo Tomas de Villanueva, había una epidemia de peste y, aún cuando su padre Don Tomas Alonso García quería vivir allí por ser de Infantes y perteneciente a la condición de hidalguía, no pudieron desplazarse hasta que desapareció la peste.

 Monumento erigido en Fuenllana por suscripción de sus paisanos a Sto. Tomás de Villanueva con motivo de su IV centenario (1555-1955), obra de Valentín Molinero

Así pues, Santo Tomas fue bautizado en Fuenllana en la Iglesia parroquial de Santa Catalina que estaba donde aún están sus paredes, dentro del Castillo. Al construir los frailes Agustinos, con motivo de la beatificación del Santo, la nueva Iglesia dedicada a Santo Tomas y cerrar la  de Santa Catalina, se bajaron a la nueva Iglesia la Pila donde fue bautizado el Santo y actualmente se conserva en la Capilla construida en el lugar exacto donde nació Santo Tomas.
 
 Convento de Santo Tomás de Villanueva en Fuenllana. Edificio barroco del siglo XVIII, erigido por la Orden de San Agustín, en el lugar mismo en el que naciera el Santo Limosnero, con motivo del gran acontecimiento de su canonización

Su verdadero nombre era el de Tomás García Martínez, y su sobrenombre le vino de la ciudad donde se educó y creció, Villanueva de los Infantes. Siempre se declaró del pueblo donde se crió y también del que nació, de ahí que hoy en día sea el patrón de ambos lugares. Su vida se desarrolló en tres etapas perfectamente delineadas. En la primera preparó sus armas en un hogar profundamente cristiano y en la universidad de Alcalá; en la segunda las afinó en un convento salmantino y las estrenó en su orden religiosa; y en la tercera las puso al servicio de la sociedad.

Pila bautismal donde fue bautizado Santo Tomás en la iglesia de Fuenllana

Tras realizar sus primeros estudios en Villanueva de los Infantes, en agosto de 1508 se matriculó en el recién inaugurado Colegio Mayor San Ildefonso de la Universidad de Alcalá de Henares donde cursó Teología y Artes llegando a ser catedrático; finalizado su ciclo universitario, ingresó en la Orden de los Agustinos de Salamanca (1516) y en 1518 fue ordenado sacerdote; en esta orden ocupó los cargos de prior conventual, visitador general y prior provincial de Andalucía y Castilla y predicador de Carlos I.

Casa donde vivió Santo Tomás de Villanueva en Villanueva de los Infantes, con bello escudo arzobispal esquinado y una placa conmemorativa del IV Centenario de su muerte

Gozó de gran fama por su gran austeridad personal (llegó a vender el jergón donde dormía para dar el dinero a los pobres) y por su ejercicio continuo e infatigable de la caridad, especialmente con los huérfanos, con las doncellas pobres y sin dote y con los enfermos. Poseía, sin embargo, una concepción inteligente de la piedad, de forma que, aunque era muy limosnero, procuraba solucionar definitiva y estructuralmente la pobreza mediante la redención activa de la misma, dando trabajo a los pobres, y así hacía fructificar sus limosnas; al respecto escribió:

    «La limosna no sólo es dar, sino sacar de la necesidad al que la padece y librarla de ella cuando fuere posible».

En 1533 envió como Provincial a los primeros padres agustinos que llegaron a México. Empezó a tener éxtasis místicos en misa o cuando rezaba los salmos.

Oratorio de Santo Tomasillo en Villanueva de los Infantes. Se encuentra frente a su casa y es un edificio de los pocos existentes de estilo barroco pleno, construido probablemente para su beatificación (1618) o su canonización (1648). Recibe este nombre de la imagen del santo que se venera en su interior de Santo Tomás de Villanueva joven

Aunque Carlos I le ofreció el cargo de arzobispo de Granada, él nunca lo aceptó; se cuenta que llegó a Arzobispo de Valencia el 10 de octubre de 1544 por error de un escribano, pero siguió negándose hasta que se lo ordenó su superior en la Orden; en el momento de su nombramiento se hallaba en el monasterio de Nuestra Señora del Pino, en tierra de Cuéllar.2 En Valencia, ayudado por su obispo auxiliar Juan Segriá, puso orden en una diócesis que hacía un siglo que no tenía gobierno pastoral directo. Organizó un colegio especial para los moriscos conversos y organizó en especial un plan eficaz de asistencia y auxilio social y de caridad.

Junto a la puerta de entrada de la Parroquia de San Andrés de Villanueva de los Infantes, se encuentra una escultura de San Tomás obra de Carmelo Vicent, erigida en 1955, con motivo centenario de la muerte del Santo

Compuso bellos sermones en los que denuncia abiertamente males sociales y abusos públicos de la sociedad de su tiempo, señalando valores eternos, entre los que destaca Sermón del amor de Dios, una de las grandes manifestaciones de la oratoria sagrada del XVI. Tuvo, en efecto, una gran fama de predicador, en un estilo sobrio y sencillo. Carlos I, al oírle predicar, exclamó: «Este Monseñor conmueve hasta las piedras», y provocaba sonoras conversiones. Tuvo asimismo una gran devoción por la Virgen María, cuyo corazón comparó a la zarza ardiente, que nunca se consumía. Es autor de varios Opúsculos, dentro de los que se incluye el Soliloquio entre Dios y el alma, en torno a la comunión.

 En el interior de la parroquia de venera la imagen de Santo Tomás de Villanueva, patrón de esta localidad. La festividad del patrón, se celebra el día 18 de Septiembre, con Santa Misa, ofrecimiento y posterior procesión. La imagen del Santo también acompaña a la Virgen de la Antigua en su salida procesional del 8 de septiembre

En 1547 ordenó sacerdote al futuro San Luis Beltrán. Falleció en 1555 a los sesenta y seis años. Fue canonizado el 1 de noviembre de 1658 durante el pontificado del papa Alejandro VII.
 

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