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jueves, 7 de enero de 2016

LAS LLUVIAS A TRAVES DE LA HISTORIA. INUNDACIONES EN ESPAÑA Y EN CIUDAD REAL EN LOS SIGLOS XV Y XVII


Inundaciones que se producían en la Plaza del Pilar a comienzos del pasado siglo XX. Las fotografías que hoy publico de “Sánchez” son de las primeras décadas del pasado siglo


Las pertinaces lluvias que ahora estamos soportando, nos recuerdan otros temporales análogos que se han sufrido en España con repercusiones en Ciudad Real. A este particular recordamos que el 2 de febrero de 1626 se inició en España un temporal de lluvias muy análogo al que ahora se está produciendo.

En Sevilla tuvo el Guadalquivir una gran subida de las aguas y grandes huracanes. Estuvo a punto de ser inundada la ciudad por las aguas del rio, anegándose dos terceras partes de la misma. Se derrumbaron más de 3.000 casas, ahogándose gran número de personas y animales. Se ocasionaron muchos y cuantiosos daños, y fueron extraordinarios los perjuicios padecidos. Unos y otros se calcularon, dicen los historiadores, en más de 9 millones. Cosa parecida se sabe, que en la misma época sucedió en Salamanca, donde el río Tormes arrastró el puente, se derrumbaron más de quinientas más de 500 casas y doce iglesias.

La fuerza del huracán se padeció también en Madrid y Ciudad Real. En la capital de España se derrumbaron muchas casas, aún de las más altas e infinitas chimeneas, arrancando los plomos de los tejados y como es lógico las tejas. No se podía transitar por las calles. Hubo muchos heridos y nunca se había visto tal confusión en Madrid, dice el cronista.

Por causa también de las pertinaces lluvias, el día 15 del mismo mes de febrero se sacó en procesión Nuestra Señora de la Almudena para que cesaran aquellas. Por cierto que fueron tan grandes y tan seguidas las lluvias, que la procesión tuvo que refugiarse en las Descalzas, donde estuvo diez días, hasta que cesó el temporal.

Lo mismo hicieron con la Virgen del Prado los de Ciudad Real, implorando su Misericordia.

Siglos antes en el año 1434, también fueron muy pertinaces las lluvias, por lo que el Rey Juan II, y con su hijo niño todavía, que luego fue Enrique IV, marcharon a Guadalupe para hacer una novena, pues las lluvias fueron tan persistentes que como ahora, amenazaban con la inundación de Castilla entera, hundiéndose muchas casas no solo en Valladolid y en Medina, como dice la historia, sino en Ciudad Real y en toda la Mancha, anegándose y derrumbando muchos molinos, ahogándose bastante ganado y produciendo miserias y hambres. Por cierto que como he escrito otras veces, hablando de este siglo, estando en Ciudad Real el Rey Juan II en el Alcázar, el 24 de abril de 1431, a la hora de vísperas, se produjo en Ciudad Real una gran sacudida sísmica. El Rey salió despavorido y muy asustado al patio del Alcázar y desde allí marcho al campo. Se hundieron bastantes edificios de la ciudad, cayeron algunas almenas del palacio Alcázar y la Iglesia de San Pedro, sufrió una apreciable desviación, la cual se observa todavía a simple vista al contemplar las columnas de la izquierda de la nave central.

Volviendo a las lluvias y a las inundaciones, recordamos también que en 1508, a consecuencia de un temporal de aguas similares a los precedentes y al de este año, Ciudad Real estuvo a punto de desaparecer por inundación.

Y en 1803 que fue año muy lluvioso según dicen las crónicas, retrocedieron las aguas que se formaban en el sitio llamado la Celada, en términos tales, que habiendo inundado la Plaza, corrieron gran riesgo sus habitantes. Así lo dice la crónica, aunque tal dicho me parece algo exagerado.

¿Querrá Dios que pronto cesen estas lluvias actuales tan persistentes y amenazadoras? Aunque ya parece que el barómetro ha subido y ha lucido el sol.

Francisco Herencia. Diario Lanza, viernes 7 de marzo de 1947



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