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viernes, 8 de julio de 2016

LA TORRE DE LA CATEDRAL, PROTAGONISTA DE UNA REVUELTA CIUDADANA EN 1850



El diario “El Observador”, publicó en su número del jueves 15 de junio de 1850, una noticia curiosa que tiene como protagonista a la torre de la Catedral y el telégrafo, que terminó en una revuelta ciudadana. La noticia dice lo siguiente:

Ciudad Real 7 de junio

Anoche hubo en esta población una alarma promovida por el cura párroco y capellanes de la Virgen del Prado, siendo una manifestación contra el gobierno, y un ensayo de motines como los del año 1823.

En la línea telegráfica que se está construyendo de Madrid a Cádiz, una de las torres había de colocarse en la torre de la parroquia de la Virgen del Prado, según designación del ingeniero que entiende en estos trabajos. Para ello había necesidad de quitar el capitel a dicha torre sin tocar a las campanas; mas los clérigos no lo llevaron a bien y movieron al ayuntamiento á que solicitase de S. M. el que no llevase adelante aquella obra. Esta petición fue desestimada por razón de haber manifestado el ingeniero que no había otro punto más á propósito; en consecuencia de esta resolución se dio principio a los trabajos, y cuando llevaban tres días levantando los plomos que cubrían la techumbre, se esparció ayer tarde la noticia que no continuaba la obra.

Las ocho de la tarde serian cuando se empezaron á tocar las campanas y no cesaron hasta después de las diez. Se reunió mucha gente; hubo diferentes vivas a la Virgen y á la religión, pero ninguno á la reina; hubo mueras y quisieron ir a matar al capataz de los albañiles. El alboroto duro hasta más de las once, porque reunieron la orquesta y estuvo tocando en el Prado. También quisieron en aquella hora bajar á la Virgen, mas el alcalde no permitió tal cosa: en fin ha sido una bullanga eclesiástica completa, encaminada a imponer al gobierno para que no se construya el telégrafo. El pueblo idiota, refiere mil necedades, entre otras que ha sido esto un milagro, y que la Virgen faltó algunas horas de su sitio y que estuvo en Madrid á arreglar el negocio. Veremos qué providencias toma el gobernador civil sobre tan escandalosa ocurrencia”. (El Observador, diario independiente, Año III, jueves 15 de junio de 1850, número 718, páginas 2 y 3)

Parece ser que la revuelta dio sus frutos y el chapitel de la torre catedralicia no se desmontó para instalar una torre de telégrafos, ya que eso suponía  una gran preocupación entre los ciudarrealeños de mediados del siglo XIX, que podia terminar en una revuelta ciudana.
 


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