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domingo, 9 de julio de 2017

ADIOS AL CINE PROYECCIONES



El 28 de febrero de 1935 se inauguraba en Ciudad Real un nuevo cine, el Proyecciones, situado en una calle que por aquel entonces no era muy allá, a la espalda del viejo mercado, pero que estaba llamada a ser una de las más principales de la capital, y que fue construido por dos conocidos ciudadrrealeños, los hermanos García Ibarrola. Los estudiantes –uno estaba a vueltas con el Derecho- recibimos con no poca alegría la apertura de esta nueva sala, que ostentaba pomposamente el nombre de Cinema Proyecciones y estaba dotada de ciertas comodidades que los otros dos locales de espectáculos de Ciudad Real, el veterano Cervantes y el más moderno Olimpia, carecían.

Aún recordamos el primer programa, la película “Paso a la juventud”, protagonizada por Marta Egkert y Jean Kiepura, y dos noticiarios, uno de la Fox Movietone y otro de la UFA. Y al domingo siguiente se pasó por la novísima pantalla “Vuelan mis canciones”, que aún habiéndola visto ya en Madrid merecía la pena repetir, aunque solo fuera por escuchar la música de Strauss y cantar el Ave María. Los aficionados al cine estaban como chicos con zapatos nuevos, pues surgía otra empresa cinematográfica, que lógicamente acabaría con la “entente” de los otros dos cines. No había entonces demasiadas películas sonoros y en el Cervantes se habían estado pasando los martes y los viernes películas mudas, para las que la entrada general costaba ¡veinte céntimos!

Pues bien, al Cinema Proyecciones, que en los primeros años de su funcionamiento tenía una casi familiar terraza de verano, hay que decirle adiós. Como si fuera un bar cualquiera de Madrid nos lo absorbe un banco o cosa parecida. La noticia ya está en la calle y no descubrimos con ello nada nuevo, pero si quizá alguno de los detalles que damos a continuación, facilitados por persona enterada, no sean conocidos todavía.

El Proyecciones en plena juventud, pues acaba de cumplir los treinta años, ha sido adquirido por la Caja Rural Provincial, esa magnífica institución que cobra mayor prestigio e importancia cada día, para proceder a su derribo y edificar sobre el amplio solar un moderno edificio, en cuyas plantas baja y principal irán instaladas las oficinas y dependencias de la Caja y de la Cooperativa Provincial del Campo.

 
Esperpento de edificio que sustituyó al Cinema Proyecciones

Según parece la operación de compra se ha llevado a cabo, en los últimos días de diciembre, por varios millones de pesetas, cosa lógica pues es una industria la que desaparece y la situación del solar resultante en lugar céntrico, casi diríamos privilegiado, con fachada a dos calles, permitirá la construcción de un moderno edificio, cuyas viviendas es de suponer sean apetecibles en grado sumo. Se nos asegura que los deseos de los futuros constructores –falta, claro está, el permiso municipal- es que lleve doce plantas en la fachada principal de  Avenida del Imperio y parte de Bernardo Mulleras y ocho en el resto, lo que sin prejuzgar la determinación de la Comisión de Urbanismo no nos parece nada mal.

Cabe pensar que la entidad constructora, con posibilidades de financiación propias, no escatimará medios y que hará un edificio noble, señorial, que de tono y empaque de gran ciudad a nuestra capital, dotando a las viviendas de las comodidades hoy ya en uso en esta clase de construcciones, incluso con aire acondicionado. ¿Qué esto costará no poco? De acuerdo, pero no se olvide que cuando se empezaron a realizar hace unos años las primeras construcciones de bloques o casas modernos, los eternos agoreros pronosticaron que en Ciudad Real eso no tendría éxito y la realidad ha venido a demostrar cuan equivocados estaban.

En fin, desde aquí felicitamos a la Caja Rural por echarle valor a la cosa, dicho en términos populares, y dotar a la capital de una moderna y suntuaria construcción. Si al lado de esta, mejor dicho, a la par de esta, levantase en otro solar, dentro del casco urbano claro está, un bloque para usuarios más modestos, miel sobre hojuelas. Y sentimos como aficionados al cine la desaparición del Proyecciones; pero no creemos se tarde mucho en que algún valiente edifique otra sala cinematográfica, pues solares los hay a porrillo y en sitios céntricos. Animo, pues.

Cecilio López Pastor, diario “Lanza”, miércoles 5 de enero de 1966, página tres


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